Cómo actuar ante la vulneración de los derechos fundamentales del trabajador

Por desgracia, la situación actual de crisis ha propiciado la vulneración de los derechos fundamentales del trabajador por parte de las empresas, hasta el punto de menoscabar la confianza en sí mismo y su capacidad de desarrollo profesional. Y es que, nadie debería dejar que los derechos y las obligaciones de los trabajadores sean vulnerados de forma impune. Es importante saber cómo defenderlos y qué acciones es posible adoptar con dicho fin.

Casos de vulneración de los derechos del trabajador

Desgraciadamente, España no ocupa un lugar privilegiado en el Índice Global de Derechos Laborales, un ranking internacional que establece qué países del mundo respetan más los derechos de los trabajadores y qué países los violan de forma sistemática.

Según este Índice, elaborado por la Confederación Sindical Internacional, España se encuentra en el grupo 3 de los cinco que conforman el ranking, grupo que engloba a los países que vulneran de forma regular los derechos de los trabajadores.

Algunos de los casos de vulneración de los derechos del trabajador más frecuentes que se dan en nuestro país son:

Vulneración de los derechos de libertad sindical y de huelga

Según la Organización Internacional del Trabajo, el artículo 315.3 del Código Penal español ha sido utilizado en diversas ocasiones por el Gobierno para dictar penas desproporcionadas a representantes sindicales y piquetes en huelgas generales.

Además, el Tribunal Supremo ha dictado sentencias condenando a empresas por subcontratar servicios ante convocatorias de huelga por parte de sus trabajadores, vaciando de contenido el derecho a la huelga pues “lo elimina como instrumento de presión necesario para la afirmación de los intereses de los trabajadores en los conflictos socioeconómicos”.

Despidos no justificados




Hay también casos de empresas que tratan de utilizar el paraguas del despido objetivo para acometer reducciones de plantilla no justificadas. Descubre los tipos de despido que existen. Empresas que se acogen a razones organizativas, económicas o de producción que no son reales o que despiden de forma disciplinaria a trabajadores sin que las faltas graves por las que se les acusa estén suficientemente argumentadas y probadas.

ERES falsos

Con la crisis económica y la flexibilización de los requisitos necesarios para iniciar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) por parte de una empresa, han surgido también abusos. ERES falsos acogidos a la reforma laboral de 2012 que implican despidos colectivos o reducciones de plantillas sin causas justificadas.

Jubilaciones forzosas

La ley actual establece claramente que los trabajadores no pueden ser obligados por parte de su empresa a jubilarse al llegar a determinada edad, ni reflejarlo ningún convenio colectivo o contrato laboral. Conocer la diferencia entre jubilación forzosa y voluntaria es de vital importancia.

Discriminación por razón de sexo

En algunas empresas y sectores, las mujeres cobran menos que los hombres por desempeñar el mismo trabajo, sin que haya ninguna razón lógica que lo justifique.

¿Qué hacer ante los derechos de los trabajadores que no se respetan?

Ante derechos laborales que no son respetados, la primera medida que puede tomar un trabajador es acudir a sus representantes sindicales para ser asesorado.

Estos representantes deberán aconsejarle sobre cuáles son los pasos a seguir si considera que ha sido objeto de un despido injusto, si está siendo discriminado por razón de sexo o la empresa trata de que acepte una jubilación forzosa, por citar algunos de los ejemplos más frecuentes.

En las vulneraciones de los derechos sindicales y de huelga, los sindicatos son los que, de forma colectiva, deben emprender acciones legales para que la justicia reconozca dicha violación. En situaciones relacionadas con despidos no justificados de un trabajador, éste tendrá que impugnar la decisión acudiendo a la justicia. De esta forma, el trabajador manifiesta su desacuerdo con la decisión tomada y la justicia tendrá que declarar, finalmente, si tal despido es procedente, improcedente o nulo. Si la sentencia da la razón al trabajador, la empresa deberá indemnizarle o readmitirle.