¿Cómo funcionan los planes de pensiones?

En el análisis del funcionamiento de los planes de pensiones, hay que tener en cuenta que se trata de una forma de ahorro colectivo con todo un conjunto de ventajas fiscales. Es una fórmula de ahorro - inversión que permite generar una renta que complementa la pensión de jubilación, pero no la sustituye. La principal diferencia de los planes de pensiones y los planes de jubilación estriba en que los primeros son un producto financiero y los segundos funcionan como un seguro. En el caso de los planes de pensiones, el dinero, en principio, no se puede rescatar antes de la jubilación, aunque existen todo un conjunto de excepciones a esta norma. Eso sí, las aportaciones que se hacen a lo largo del tiempo tienen ventajas fiscales. Son productos totalmente diferentes.

Requisitos para solicitar un plan de pensiones

Lo más aconsejable es abrir un plan de pensiones en el momento en que entramos a formar parte del mercado laboral. Al principio, las aportaciones pueden ser pequeñas, pero se trata de una inversión que nos generará un ahorro con intereses para el futuro.

Los requisitos de los planes de pensiones son sencillos, cualquier persona con su DNI puede contratar uno de ellos y firmar el boletín de adhesión al fondo. Se trata de un contrato en el que se especificará qué aportaciones se realizarán y con qué periodicidad, junto con toda la información de las partes, el tipo de fondo, la normativa legal y fiscal, el destino de las aportaciones, garantías, etc. Si lo abrimos cuando somos jóvenes, el ahorro será a largo plazo, nos generará más rentabilidad y además nos permitirá realizar aportaciones más pequeñas.

Entre las características de los planes de pensiones debe decirse que puede escogerse entre los de renta fija, mixta y variable, con la premisa «a más riesgo, más rentabilidad». Como forma de ahorro colectivo, cuando una persona contrata un plan de pensiones se adhiere a un fondo común que es gestionado por un banco o por una empresa especializada.

Cabe señalar que un plan de pensiones cubre los supuestos de jubilación, incapacidad, fallecimiento o dependencia severa.

Plazos de los planes de pensiones

Un plan de pensiones se puede contratar en cualquier momento y rescatar solo una vez que nos hayamos jubilado. Su normativa ha sido modificada y ahora existen algunas excepciones a ello, puesto que la Agencia Tributaria permite rescatarlos antes de la jubilación si cuentan con diez años de antigüedad desde el 1 de enero de 2015.

El dinero que ingresemos en el plan de pensiones contará con ventajas fiscales. Es el único producto financiero que tiene reducciones sobre la base imponible del IRPF, con un límite de 8000 euros o del 30 % del rendimiento neto por trabajo o actividades económicas. Por ejemplo, si se aportan 1000 euros y se tributa al 40 % en la renta, Hacienda nos hará una devolución de 400 euros.

También se pueden realizar aportaciones al cónyuge de 2500 euros anuales, si sus ingresos son inferiores a 8000 euros. No obstante, esta fiscalidad cambia en la Comunidad Foral de Navarra y en el País Vasco.

Plazos para rescatar un plan de pensiones

Desde la aprobación de la Ley 26/2014, del IRPF, se han establecido modificaciones a la hora de rescatar un plan de pensiones, estableciendo diferencia entre las aportaciones hechas antes del 1 de enero de 2007, que se podrán rescatar en forma de capital y mantener los derechos consolidados del 40 % de exención fiscal. La nueva normativa también establece el plazo de dos ejercicios desde el momento de la jubilación para poder beneficiarse de ese 40 % de exención fiscal.

Finalmente, citar dos situaciones concretas: el capital puede rescatarse antes en casos de desempleo de larga duración o incapacidad, y tras la jubilación pueden mantenerse activos.